Transformando la salud desde la raíz: el caso de una mujer de 46 años con hipotiroidismo y disbiosis intestinal
- Nutricionista, Guatemala
- 25 abr
- 2 Min. de lectura
Por: Gabriela Cuyún
Máster en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada
Nutricionista Guatemala
Desde hace más de una década, esta paciente de 46 años enfrentaba una cadena de síntomas que impactaban su calidad de vida: hipotiroidismo, resistencia a la insulina, insomnio crónico, fatiga profunda, caída de cabello, alteraciones hormonales, digestión comprometida y un estado emocional inestable. A esto se sumaban otros síntomas como resequedad vaginal, sudoración excesiva, lengua blanca, inflamación persistente, ansiedad, depresión y una disbiosis intestinal compleja por hongos y clostridium.
Al iniciar su protocolo funcional en Nutrigenómica y Medicina Funcional, comenzamos con una intervención intensiva e integral: dieta anti-cándida baja en oxalatos, sueroterapia semanal, suplementación personalizada y estudios avanzados como el OAT y DUTCH test. Esta estrategia buscaba no solo aliviar síntomas, sino tratar el origen del desequilibrio.

Principales hallazgos: sobecrecimiento de cándida albicans, sobrecrecimiento de appergillius y fusarium. Sobrecrecimiento clostridium difficile.

Hoy, a pocos meses de tratamiento, los avances han sido extraordinarios:

Energía: Ya no se siente fatigada durante el día, su nivel de energía ha mejorado un 60-70%.
Estado de ánimo: Se ha estabilizado notablemente. Los cambios de humor, la ansiedad y la depresión que antes la limitaban, han disminuido considerablemente.
Sueño: Pasó de tardar 4 horas en dormirse usando combinaciones de ansiolíticos y melatonina, a dormirse en una hora sin interrupciones y con una dosis mucho menor de apoyo.
Síntomas ginecológicos y hormonales: La resequedad vaginal desapareció y ha recuperado su bienestar íntimo.
Dolores articulares: Ya no presenta dolor en las rodillas, lo que le ha permitido retomar la actividad física sin molestias.
Digestión e inflamación: Se encuentra mucho más desinflamada, sin molestias gastrointestinales.
Caída del cabello: Este síntoma, tan común en desequilibrios hormonales, ha cesado por completo.
Aún trabajamos en el objetivo de mejorar la composición corporal, pero los avances sostenidos confirman que cuando abordamos la raíz del problema —y no solo el síntoma— la transformación se vuelve posible.
Este caso representa la esencia de la medicina funcional: ver al cuerpo como un sistema interconectado y acompañar a cada paciente con una estrategia personalizada, compasiva y basada en evidencia.
Gabriela Cuyún
Máster en Nutrigenómica
Nutricionista Guatemala
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