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¿Tienes diabetes? ¡Ay pobrecita!

Hoy por la mañana empecé a escribir mi blog sobre la genética detrás de la diabetes tipo 1 y tipo 2, pero luego recibí una visita que me hizo sentir en necesidad de desahogarme.


Creo que todos ustedes, personas con diabetes e incluso familiares, me entenderán.


A lo largo de 25 años han sido innumerables las ocasiones en las que alguna persona me ve medirme la glucosa y me dice: “¿Y qué es eso?” o “¡Ay a mí me da miedo la sangre!” e incluso “¿Desde tan chiquita te dio? ¡Pobrecita!”.


Las preguntas y reacciones no faltan cuando alguien se entera que tengo diabetes, pero a lo largo de los años me ha costado trabajo y un cambio de mentalidad importante el contestarles a todos con paciencia y precisión; hoy perdí un poco la paciencia.


Mi invitada de esta mañana -quien vendía un espacio relacionado a la enfermedad- entró con lo que yo interpreté como vibras de saca-plata (quien quiere dinero) vendiéndome lástima por la causa perdida que somos todos los diabéticos de este país.

Claro, ella no sabía que yo también tenía diabetes. “Sabe usted que la diabetes mata XX número de personas en el país al año”, empezó, a lo que respondí que a qué tipo de diabetes se refería y ella evadió mi pregunta. Más adelante se atrevió a afirmarme que “la diabetes tipo 2 es 100% prevenible”, lo cual le informé era 100% mentira (no es en absolutamente todos los casos y depende de la progresión de la enfermedad).


Cuando le hice saber que yo tenía diabetes, sentí que me veía como quien inspecciona fruta en el supermercado a ver si tenía algo mallugado y exclamó “¡Qué lástima!” y en ese momento casi se me salen los ojos. “Lástima ninguna”, le respondí. Tuve que respirar profundo y calmarme.


En ese momento hice mi mejor esfuerzo por recapacitar y ver a esta persona de nuevo, ella no estaba tratando de herirme e iba perpetuar con desinformación a todas sus futuras visitas si yo no me centraba en educar.


No era mi paciente, pero la necesitaba tratar con el mismo amor.No sé si fue suficiente lo que le expliqué en los minutos siguientes, no sé si realmente le interesaba aprender y comprender y no solo vender, pero en cualquier caso mi compromiso conmigo y con toda nuestra comunidad necesita ser el formar también a los no diabéticos.


Ellos deben ser nuestros aliados en la eliminación de los mitos y la desinformación que existe sobre nuestra enfermedad.


Así que hoy renuevo mi deseo por ser educadora, no solo para aquellos que padecen mi enfermedad, sino para todos.


Mgtr. Elisa Stahl Biener Coach educadora en diabetes por la Asociación Americana de Educadores en Diabetes Enfoque en comunicación para el cambio de comportamiento en la Universidad de Navarra Certificación en comunicación de crisis por la Escuela Kennedy de Harvard

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