La obesidad es considerada una enfermedad crónica que se ha convertido desde hace unos años en una epidemia mundia, la causa miles de ingresos hospitalarios de pacientes alrededor del mundo debido a sus comorbilidades asociadas. Entre estas comorbilidades se encuentran: diabetes mellitus, hipertensión, dislipidemia, cardiopatía, accidente cerebrovascular, apnea del sueño entre otros.
En consecuencia, la detección temprana de la obesidad ha sido un pilar fundamental para identificar a los pacientes en riesgo de padecer enfermedades asociadas, para que puedan recibir tratamiento no solamente adecuado sino oportuno. El tratamiento de la obesidad es complejo ya que lo que le ayuda a una persona, puede no ayudarle a otra. Esto es porque cada uno tiene una predisposición genética diferente a la obesidad así como una respuesta diferente a cada tratamiento, es por esto que en diferentes estudios se ha querido conocer más sobre los factores nutrigenéticos que pueden afectar el tratamiento de la obesidad. Mientras se conoce más sobre los avances nutrigenéticos en el campo de la obesidad vamos a poder establecer tratamientos cada vez más personalizados que ayuden a cada paciente de forma individualizada.
Actualmente existen varios tratamientos para la obesidad como: cambios en el estilo de vida, dieta ejercicio y terapia conductual; farmacoterapia y cirugía bariátrica. Sin embargo, se están estudiando también variantes genéticas que puedan a determinar el mejor tratamiento para cada persona. Imagen 1: tratamientos aprobados actualmente para la obesidad. Actualmente existen cinco medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento de la obesidad: orlistat, lorcaserina, liraglutida, fentermina/ topiramato y bupropion/naltrexona. Sin embargo, la dosis así como el medicamento adecuado para cada persona puede variar. Además de que estos fármacos no son una solución a largo plazo y se pueden utilizar después de haber estado en tratamiento nutricional adecuado de cambios en estilo de vida sin haber tenido éxito después de meses de probarlo. Esto es debido a que estos fármacos pueden tener muchos efectos adversos en la salud de los consumidores y no logran cambiar el problema de raíz.
Por lo que actualmente están estudiando diferentes grupos de genes que puedan indicar soluciones personalizadas para cada paciente. Se han investigado estrategias nutricionales nuevas para perder peso, reducir la masa grasa, preservar la masa muscular y combatir factores adversos como: resistencia a la insulina e hipertensión. Las dietas que se han propuesto para lograr un déficit calórico se caracterizan por lo siguiente: aportar alrededor de 1,000 - 1,200 kcal al día, déficit calórico de 500 - 600 kcal al día o el suministro de 30% menos de los requerimientos calóricos estimados. Sin embargo su aplicación es sumamente difícil ya que los pacientes se desaniman por lo que cada vez más surgen nuevas propuestas como dietas basadas en proteínas o grasas, dietas modificadas en densidad de energía y recomendaciones de alimentos específicos para la reducción de peso.
En estudios sobre la cantidad de grasa o cantidad de carbohidratos de la dieta se ha observado que ninguna de estas dos dietas tienen cambios significativos diferentes en la reducción de peso. Sin embargo, al estudiar tanto la reducción de grasa o la reducción de carbohidratos por separado se ha logrado evidenciar reducción de peso corporal. También se ha estudiado cómo las dietas que contienen un aporte de 1.2 - 1.6 g/kg/día se han logrado controlar el apetito y la composición corporal. Pero muchas veces estas dietas, no logran convertirse en un estilo de vida por lo que tienen resultados únicamente a corto plazo.
El objetivo de la nutrigenética es identificar a los pacientes que pueden beneficiarse de un tratamiento personalizado basado en haplotipos heredados. Numerosos estudios de intervención clínica y nutricional proporcionan evidencia entre los rasgos heredables de la obesidad con la respuesta personalizada a los medicamentos y tratamientos dietéticos. Por lo que actualmente se están estudiando genes asociados al índice de masa corporal que pueden estar relacionados al sistema nervioso central en la susceptibilidad a la obesidad. Algunos de los genes actualmente conocidos en la regulación de la ingesta de alimentos son: MC3R, MC4R, POMC, LEPR y FTO. Sin embargo también se han estudiado genes implicados en el metabolismo de los lípidos y la adipogénesis, secreción hormonal y señalización de insulina que podrían estar ligados a las comorbilidades asociadas a la obesidad. Por lo que las farmacéuticas están haciendo cambios genéticos en los medicamentos ya aprobados para que la respuesta al mismo sea diferente y pueda ayudar a una población específica.
Tabla 1. Genes asociados a diferentes condiciones relacionadas a la obesidad Condición: Genes asociados: Regulación de ingesta de alimentos MC3R, MC4R, POMC, LEPR y FTO Metabolismo de los lípidos y la adipogénesis PLIN1, APOA4, APOA5, LIPC, FABP2), Termogénesis de alimentos ADBR3, UCP1, UCP2, UCP3 Adipocitoquina y secreción hormonal LEP, ADIPOQ, IL6, RETN, ACE Acción y señalización de insulina IRS1, INSIG2, GIPR Factores de transcripción y moléculas de transducción de señales PPARG, TFAP2B, TCF7L2, RELOJ, GNAS
En las investigaciones más recientes se ha demostrado que la pérdida de peso depende no solo de la adherencia a la dieta hipocalórica sino también a la secuencia de nucleótidos. Por lo que en algunos estudios nutrigenómicos se ha encontrado que el contenido de grasa en la dieta puede interactuar con la pérdida de peso en portadores de alelos de riesgo específico como el gen FTO mencionado con anterioridad. Así como una mayor ingesta de proteínas en un dieta hipocalórica puede proporcionar beneficios a los portadores de alelos de riesgo en al menos dos regiones diferentes del gen FTO.
Por lo que todo va a depender de nuestros genes ya que estos están asociados a una diferente respuesta según el tratamiento nutricional indicado. La obesidad es un problema de salud mundial que tiene múltiples causas por lo que el manejo a largo plazo es crucial para reducir las consecuencias adversas para la salud y también para disminuir los costos económicos asociados con sus comorbilidades. Por lo que las farmacoterapias personalizadas están luchando por conseguir la aprobación de nuevos agentes genéticamente modificados para poder así conseguir un mejor resultado. Los tratamientos nuevos relacionados a la pérdida de peso deben proporcionar una solución a largo plazo, sin consecuencias secundarias como los medicamentos que actualmente están en el mercado que son una solución a corto plazo si no se logran adecuados cambios en el estilo de vida. Por lo que en el futuro lo mejor para el paciente va a ser utilizar una combinación de nutrigenética, cambios en el estilo de vida personalizados y farmacoterapia de ser necesario.
Licda Maria Fernanda Echeverría, Nutrición Clínica UFM, Guatemala.
Referencia: Solas, M., Milagro, F. I., Martínez-Urbistondo, D., Ramirez, M. J., & Martínez, J. A. (2016). Precision Obesity Treatments Including Pharmacogenetic and Nutrigenetic Approaches. Trends in Pharmacological Sciences, 37(7), 575–593. https://doi.org/10.1016/j.tips.2016.04.008
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